Tradición y vanguardia gastronómica entre tapas
Son diversos los elementos de la gastronomía española reconocidos mundialmente: la paella, el jamón, el gazpacho… Pero si hay algo que cautiva tanto a españoles como a turistas y viajeros que visitan nuestro país son las tapas. Y el tapeo. Comer de manera distendida, probando diferentes platos, es una tradición de siglos que ahora, gracias a la cocina de vanguardia, está más de moda que nunca.
Hay diversas teorías que explican el nombre que le damos a una pequeña porción de comida que acompaña a una bebida, la “tapa”. La más extendida y popular cuenta que en las antiguas posadas que se encontraban a la vera de los caminos se servía el vino en vasos de barro. Y para que en este no cayera el polvo que llevaban los viajeros en los abrigos y capas, o las moscas y mosquitos (en aquel momento, había muchos debido a las precarias condiciones higiénicas y a la convivencia con animales), se colocaba una pequeña rebanada de pan con jamón o queso encima del vaso, a modo de “tapa” para proteger la bebida.
Sus diferentes tipos y variedades parecen no tener fin
En Manumar nos encantan, como a todo el mundo, las tapas.Y lo cierto es que hoy por hoy son toda una institución en la gastronomía española. Sus diferentes tipos y variedades parecen no tener fin: desde las más sencillas, como las aceitunas, una de las más antiguas y consumidas en los bares de toda nuestra geografía, hasta las elaboraciones de autor consistentes en platos de cocina de vanguardia en miniatura.
Entre las tapas clásicas más conocidas se encuentran las patatas bravas, los calamares a la romana, la puntilla, el jamón ibérico, la ensaladilla rusa, los huevos rotos o la irresistible tortilla de patata. Estos pequeños manjares son patrimonio de bares decanos, algunos de ellos, centenarios, que llevan sirviendo sus tapas toda la vida, que respetan recetas tradicionales, en muchos casos secretas, y que proporcionan un especial sabor o textura, convirtiendo la tapa en cuestión en algo único.
Los actuales cocineros que trabajan cocina contemporánea han tomado el concepto de tapa y se lo han llevado a su terreno, o bien experimentando con recetas tradicionales, como es el caso de la archiconocida tortilla de patatas deconstruida de Ferrán Adriá, tan criticada como aplaudida, o bien elaborando nuevas recetas que parten de la cocina de fusión y experimental.
La nueva cocina hace de la tapa un arte, llegando incluso a protagonizar eventos como el Congreso Minimal de Alta Gastronomía en Miniatura, que se celebra todos lo años en León y al que acuden chefs de todas partes de España para participar en el concurso que elegirá la mejor tapa del año.
Rutas de la tapa, bares y restaurantes dedicados exclusivamente a este tipo de comida, macro eventos que se celebran durante todo un fin de semana y en los que se pueden degustar en diferentes locales distribuidos por toda la ciudad… Si la tapa siempre estuvo ahí, en las vitrinas de los bares, ahora vive su época dorada.
¿Y cuál es el secreto de su éxito?
Las tapas son divertidas. Invitan a compartir, a probar. Permiten una conversación fluida, tranquila y distendida, sin un plato delante que delimite el espacio en la mesa. La mesa es de todos, la comida es de todos y lo importante es la compañía.
En Manumar disponemos de un surtido muy interesante de tapas y aperitivos. Lingotes de foie, fritura de pescado, langostinos en tempura, pimientos del piquillo rellenos… Pequeños bocados que pueden ser servidos como entrantes, junto a una cerveza fresca o un vermú, o como parte de un menú degustación. ¡Irresistibles!