Gastronomía para niños: platos saludables que triunfan
A veces preparar la comida para los niños es un problema. Hay muchos alimentos que simplemente por su aspecto o por su nombre, no les gustan o se resisten a probar. ¿Cómo elaborar gastronomía para niños sana y que además les encante?
En ocasiones parece que para que los más pequeños coman bien, solo se puede preparar los consabidos macarrones con tomate, hamburguesas con patatas o pizza, huyendo, por supuesto, de todo lo que tenga que ver con verduras y limitando la fruta al plátano y a la manzana.
Sin embargo, los expertos insisten en que para llevar una dieta saludable se deben hacer las cinco comidas diarias, incluyendo todo tipo de alimentos y siendo muy insistentes en la importancia de la fruta, la verdura y el pescado. Justo lo que para los niños es tabú.
Pero, ¿y si eso que no les gusta se les prepara de manera diferente? ¿Y si hacemos de la gastronomía para niños algo sano, delicioso y divertido?
Está más que demostrado que el desayuno es la comida más importante del día. Muchas veces es la que más cuesta, porque los niños se acaban de levantar, es temprano y no tienen hambre. Así que lo más socorrido es un vaso de leche con algo de bollería y galletas. Pero, ¿y si un día en vez de leche preparamos un batido casero con un poco de yogur, fresas y miel? Podemos acompañarlo con un panecillo tierno relleno de pechuga de pavo, con taquitos de queso sobre galletas saladas o con rollitos hechos con pan de molde y rellenos de jamón serrano. Y si prefieren dulce, los podemos rellenar de mermelada con un poco de mantequilla o de crema de chocolate.
A la hora del almuerzo, sustituir algún día el bocadillo por una pieza de fruta, como un plátano o una naranja, supone un aporte extra de vitaminas que les ayudará a terminar la mañana con energía.
Es recomendable comer pescado por lo menos tres veces a la semana, pero hay niños que no consienten tomarlo. Así que un menú de mediodía que seguro triunfa puede ser una hamburguesa de salmón, con patatas asadas en gajos y salsa de tomate casera. O albóndigas de merluza con curry acompañadas de arroz blanco. Si les gusta la pasta, hacer lasaña o canelones rellenos de pescado en vez de carne, también puede ser una buena solución. Todas las dietas recomiendan reducir el consumo de carne, pero puntualmente es necesaria y a los niños les encanta. Para aquellos que no les gusta, tomarla en forma de fajitas con tortillas de trigo seguro que les resulta mucho más agradable. Y el pollo, sin duda, como mejor lo aceptarán será en forma de nuggets, trocitos de pechuga empanada y frita.
Para la cena, las cremas de verduras son una apuesta segura. Triturarlas junto con uno o dos quesitos y acompañarlas de palitos de pan crujiente o trocitos de salchichón es una forma perfecta de que las tomen sin darse cuenta.
Para las ensaladas, sustituir el tomate convencional por tomates cherry, más pequeños y sabrosos, y la lechuga por canónigos, que son dulces y de hoja más tierna, conseguirá que por lo menos quieran probarlas. Si se acompañan de maíz, trocitos de queso, pipas de girasol y se hace una vinagreta muy suave, hay muchas probabilidades de que el plato acabe vacío.
Y la fruta, bien en macedonia con un poco de nata o yogur, en batidos, en zumos, incluso en puddings, flanes o tartas: hay mil maneras de prepararla para aquellos que se resisten a tomarla natural.
La gastronomía para niños puede ser tan rica como variada y en Manumar nos preocupamos por su salud y bienestar. Por eso, distribuimos los productos de alta calidad elaborados con los procesos más cuidados e innovadores.